Todas las mañana cuando voy a llevar a la MiniManjolita a la guardería salgo más o menos a la misma hora de casa. Si hace bueno, mejor dicho, si no llueve o hace excesivo viento, voy andando hasta la guardería.
Tengo dos caminos para llegar a la guarde: uno un poco más cómodo pero un poco más largo y otro más corto pero con una cuesta más empinada. Éste último solo lo cojo si voy más justa de tiempo.
Bueno, a lo q iba. Q como todos los días salgo más o menos a la misma hora, me encuentro con las mismas personas más o menos en el mismo punto del recorrido:
Primero, cuatro señoras q van a andar con sus pantalones de chándal, sus sudaderas polares y sus playeras y un perro q va corriendo a su alrededor. En un punto del camino ellas me adelantan y las pierdo de vista. Más adelante me cruzo con una señora q lleva dos perritos pequeños y seguido con una chica q se parece mucho a una amiga de mi hermana.
Casi al final del recorrido, me cruzo con un chaval q va con su mochila y su mp3 q coger el autobús y con otra madre q lleva una niña más o menos de la edad de la Mini, en su sillita.
Entoces llego a la guarde y ahí siempre llegamos los mismos a la vez.
Encontrarme siempre con la misma gente me ayuda a saber q voy en hora, pq parece ser q todos estamos programados para llevar un horario y ahí nos encontramos.
Cuando iba a trabajar, fijarme en la gente q me encontraba antes de llegar a la parada del metro, me ayudaba a saber si iba a perder el metro bueno o si iba a tener q coger el siguiente y llegar corriendo al trabajo.
En el fondo no está mal eso de q seamos tan cuadriculados con la hora a la que salimos de casa. Aunq claro, cuando uno tiene un horario q cumplir en el trabajo, no nos queda más remedio q salir siempre a la misma hora no?
miércoles, 17 de marzo de 2010
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